El Tabayón del Mongallu (Caso)

EL TABAYÓN DEL MONGALLU, (ASTURIAS)

Nombre de la ruta: Senda El Tabayón del Mongallu

Comunidad Autónoma: Asturias
Provincia: 
Asturias
Zona: 
Parque Natural de Redes
Población: 
Tarna
Municipio: 
Caso
Tipo de recorrido: 
ida y vuelta o circular

Recorrido: (10)12 km
Desnivel: (350) 520 m.
Tiempo: 4-5 horas a ritmo tranquilo que nos permitirá contemplar la flora, fauna y paisaje del entorno así como parada para comer.
Dificultad: Baja/Media (Nivel 2)
Señalización: Señalizada
Época recomendada: primavera, verano, otoño, en invierno extremar las precauciones con el hielo en las zonas de umbría.
Sendero homologado: Sí como PR-AS 60.

Fuente de agua natural: Si, fuente de Los Arellales, zona acondicionada con mesa y banco para tomarse un descanso. Fuente de agua en el pueblo.

Observaciones: existe la alternativa de hacer un recorrido más corto de ida y vuelta hasta la cascada de 10 km de 3,5 horas obviando la subida a los Rebollos de La Llana’l Toru, a los cuales se pueden visitar de forma opcional a la altura de la zona conocida como Terreros, donde el camino se bifurca en dos, siendo la derivación a la izquierda la que nos permitirá acercarnos a contemplarlos, esto nos supone recorrer poco más de 1 km en aprox. 30′ más y superar unos 170 m de desnivel.

Cartografía: IGN, hoja 79-II Bezanes, escala 1:25.000.

El Tabayón del Mongallu es un espectacular salto de agua o cascada (de ahí su nombre en asturiano), alimentado por las aguas pertenecientes al Regueru’l Mongallu que surgen por encima de la cascada a unos 1.800 m.s.n.m desde la Xerra del Mongallu (o sea Sierra del Mongallo, o lo que es lo mismo, Sierra del Urogallo o gallu montés como se conoce a esta ave en peligro de extinción en asturiano); es quizás de las más altas que se conocen en el territorio asturiano. Se encuentra ubicado en el suroccidente del concejo de Caso, en el Parque Natural de Redes y fué declarado Monumento Natural en el 2003. Se accede fácilmente hasta su base desde el pueblín de Tarna, por un camino-pista que atraviesa el no menos espectacular fayéu (hayedo) del Monte Saperu, un agradable paseo para toda la familia, que además se encuentra debidamente señalizado.

Dejando nuestro vehículo en las proximidades de la Iglesia de San Pedro, nos dirigimos al inicio de la ruta junto al camino que conduce al pequeño cementerio. Allí se encuentra un panel informativo de la ruta que nos indica además que está homologada como PR-AS 60.

Seguimos por el camino indicado, tras atravesar un pequeño puentecillo y dejando a nuestra derecha el cementerio, continuamos primero en suave ascenso atravesando a nuestra vera los praos y cabañas de Llinares y después los de Terreros, ya desde aquí poco a poco el ascenso se pone algo más pindio hasta que en poco más de 30′ llegamos a la zona conocida como Terreros donde el camino se bifurca en dos, a la derecha nos señaliza la dirección correcta para acercarnos a la cascada o tabayón, y la de la izquierda nos adentra en un corto pero moderado ascenso a través de un sendero, primero atravesando el Práu Militar y luego por el mismo sendero por medio del bosque de hayas o fayéu (dónde debemos estar atentos a la señalización blanca y amarilla del PR pintada sobre los árboles para no despistarnos), hasta alcanzar dos maltrechos y viejos roblones, conocidos como los Rebollos de la Llana’l Toru o Roblones de Tarna, cuyo curioso nombre cuenta la leyenda de que tiene su origen por la persecución que sufrió un campesino de la zona por un berraco o toro del cual se libró de sus embestidas subiéndose a uno de estos varias veces centenarios roblones en esta zona conocida como La Llana. Ambos roblones se encuentran declarados Monumentos Naturales, el primero alcanza un grosor de 10 m de perímetro y el segundo unos 7,5 m, y por ello están cercados por una valla de madera perimetral para evitar que mucha gente se agolpe a su alrededor, cuyo peso sería muy perjudicial para la supervivencia de estos ejemplares, ya que podría dañar su viejo sistema radicular, apelmazando o compactando la tierra que hay a su alrededor y por tanto impediría la correcta absorción de agua y nutrientes que precisa para seguir viviendo.

Si tenemos tiempo y ganas, nosotros os recomendamos perder poco más de una hora en ir y volver para contemplar estos viejos ejemplares y plantearos algunas preguntas como ¿qué hacen estos dos roblones aquí solos rodeados de tanta hayas? ¿qué fue antes, el huevo o la gallina? o sea, ¿quién llego antes, el roble o el haya?, preguntas como estas u otras que os podrán surgir y os podrían responder si vais acompañados con profesionales que además de guiaros por la ruta os interpretan el entorno por el que camináis ;).

Volvamos de nuevo dónde lo dejamos, en el cruce de Terreros, desde allí continuamos y llegamos a una zona dónde el camino cruza el arroyo o reguero de la Requexada. El paso lo haremos cruzando un guapo puente de madera conocido como Puente de Rodrígo. Desde aqui el lugar el bosque se nos vuelve más mágico y misterioso, y entre claro y claro se nos aparecen dibujadas las siluetas de varios montes de renombre conocido para los lugareños y montañeros que visitan frecuentemente esta zona, como el Cuetu Negru que servirá de cierre el flanco izquierdo del tabayón cuando nos le encontremos de frente, o el mismísimo Cantu’l Osu cuya cordal nos aparecerá perfectamente dibujada y que sirve de limite entre el valle de Tarna y el Valle de Bezanes o Brañagallones.

Continuamos nuestra agradable marcha, y como de la nada aparece ante nuestra incrédula mirada un idílico lugar con un pilón y fuente de agua donde refrescarnos a nuestra izquierda es la conocida Fuente de los Arellales.  A su derecha se encuentra una mesa con bancos a los pies de una centenaria faya dónde no dudamos ni un instante en sentarnos y contemplar a nuestro alrededor mientras nos tomamos una pieza de fruta o una golosina. No tiene uno palabras suficientes para explicar que sensaciones nos produce estar allí y luego retomar el camino por este tramo, que en otoño con el pisar de la hojarasca o con las primeras nieves recién caídas a finales de la estación o principios de primavera es realmente increíble. No es nada dificil tampoco encontrarnos con todo tipo de huellas y rastros de animalillos como corzos, ciervos, jabalies, zorros o raposos e incluso de tejones o melandros y lobos (pero no en bicicleta Bertu 😉 ).

Llegamos de esta manera a toparnos con otro guapo puente de madera, el Pandu la Escoba que cruza un reguerín temporal. Desde aquí el camino se estrecha para pasar a ser una preciosa senda que nos permite ir abrigados por las hermosas fayas o hayas, hasta que al fin alcanzamos un tramo que se nos abre el bosque y se nos presenta a lo lejos el tabayón o cascada en todo su esplendor, descendemos siguiendo el sendero bien marcado por la guapa campera llamada majada o Mayáu La Campona, al final de la cual se encuentra una vieja cabaña semiderruida y nos toparemos con el Regueru’l Mongallu el cual cruzaremos por dónde las piedras mejor asentadas estén, hasta que siguiendo curso aguas arriba y cruzando de nuevo el río, en poco más de 100 m alcanzamos la base de la cascada.

De vuelta bajamos de nuevo hasta la campera y allí si el tiempo lo permite podemos decidir parar para almorzar. Si nos fijamos, junto a la cabaña surge un pequeño y desdibujado sendero balizado con pintura blanca y amarilla sobre una piedra, por dónde continua la senda si queremos realizar la ruta circular en vez de regresar por el mismo sitio, algo que si el tiempo y las ganas nos lo permite, también recomendamos realizar. Si os decidiis hacer la opción sugerida, que alegría me daréis, parecéis un lobo estepario como yo :).

Pero bueno vamos al grano, lo dicho, nos vamos animar a hacer la ruta circular y para ello tomamos ese sendero balizado poco claro que aparece junto a la cabaña siguiendo el curso abajo del Regueru’l Mongallu, el sendero pronto se ensancha de nuevo en un ancho camino adentrándose de nuevo por el bosque de fayas o hayas del Monte Saperu. Seguimos descendiendo hasta alcanzar un pequeño claro junto a las cabañas de la majada o Mayáu Rebolláu u Altu’l Pandu. Aguas algo más abajo el Regueru’l Mongallu confluye sus aguas con el Regueru L’Ablanosa otra ruta guapa que desde aguas del río Nalón asciende por este reguerín que tributa sus aguas a él, hasta alcanzar la majada o Mayáu L’Ablanosa (ruta que describiremos en otra ocasión), y por encima de ella aparece la imponente mole caliza del Cantu’l Osu. Desde aquí el camino vira bruscamente a la derecha, continuando el descenso por el bosque hasta alcanzar el río Nalón próximo a las cabañas y praos de L’Armadiella, el cual cruzaremos por un puente de hormigón. Desde aquí recorremos un pequeño tramo a la izquierda en zig-zag en ascenso hasta salir a la carretera AS-17 que une Campu de Casu con el Puertu de Tarna. Apenas recorremos unos 100 m por su margén derecho, de nuevo retomamos una pequeña senda que desciende suavemente hasta la vera del río Nalón y que atravesando primero la Vega de Porciles  y de nuevo los Praos de Llinares nos conduce hasta Tarna, inicio y fín de esta hermosísima ruta.

El Tabayón del Mongallu

El Tabayón del Mongallu

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