Valle de Castillería. Los Roblones de Celada

DEL VALLE DE CASTILLERIA POR LOS ROBLONES DE CELADA AL VALLE DE LOS REDONDOS. (Celada de Roblecedo)

Accesos: Desde Cervera de Pisuerga (Palencia) por la CL-627 dirección Potes (Cantabria). Tras cruzar el pueblo de Vañes que dista a unos 7 km. se cruza un puente estrecho regulado por semáforos sobre el embalse de La Requejada junto al pueblo, al final del mismo se toma a la derecha la carretera local PP-2173 que conduce a San Felices de Castillería, pero antes de llegar al mismo nos desviaremos a la izquierda para seguir durante 3 km. más por la carretera local que nos llevará a Celada de Roblecedo.

Desnivel: unos 660 metros tanto de subida como de bajada.

Dificultad: baja-media (Nivel 2).

Distancia: 6,5 km (ida)

Duración: 6 horas ida y vuelta, a ritmo tranquilo que nos permitirá contemplar la flora, fauna y paisaje del entorno así como parada para comer. Ruta planteada como excursión aunque se puede realizar travesía hasta Sta. María de Redondo e incluso con opción de circular.

Epoca recomendable: todo el año, en especial en primavera y otoño. En invierno extremar las precauciones con el hielo en las zonas altas.

Fuente de agua natural: Si, dos fuentes públicas en Celada de Roblecedo.

Cartografía: IGN, hoja 107-I San Salvador de Cantamuda, escala 1:25.000.

Observaciones: Destacar del conjunto arquitectónico rural de Celada de Roblecedo, su iglesia parroquial dedicada a Santa Eulalia de Mérida, edificada con sillería y mampostería arenisca de época románica, sobre los restos de una edificación original del siglo XII. En su interior destaca un cristo crucificado gótico del siglo XIV y varios retablos barrocos, así como la cruz parroquial.

La cercana Ermita de San Roque, es una rústica construcción que los vecinos visitan el día del Santo, dónde se pueden apreciar algunos frescos que datan del siglo XV. En Celada fue hallado un enterramiento de la Edad del Bronce con un puñal de lengüeta y dos puntas tipo palmela que se hallan en el Museo Provincial de Arqueología de Palencia.

Agradecimientos:  a Don José Reque que de forma altruista y afán divulgador de la cultura popular, a puesto a disposición del público en general su labor investigadora desarrollada por él y otras personas del entorno, plasmado en documentos y/o planos, en los cuales se detallan los nombres de los lugares de Celada. Muchas gracias.

Descripción de la excursión propuesta:

Iglesia de Sta. Eulalia, Celada de Roblecedo

Iglesia de Sta. Eulalia, Celada de Roblecedo

Iglesia de Sta. Eulalia, Celada de Roblecedo

Iglesia de Sta. Eulalia, Celada de Roblecedo

La Cordillera Cantábrica, esa linde natural entre el mundo húmedo propio de la España atlántica y el mundo seco propio de la España mediterránea, nunca deja de sorprender a propios y extraños. Si alguna vez alguien se ha dejado arropar por el encanto y enigmático mundo de la Reserva Integral de Muniellos en Asturias, no es menos sorprendente volver a tener esas sensaciones cuando nos adentramos en algunos de los enclaves boscosos de la montaña palentina como es este caso. Atravesar uno de los bosques de robles más extensos de España y encontrar por decenas ejemplares varias veces centenarios e incluso casi milenarios, es tener la sensación de perder la noción del tiempo y dejarse absorber por la grandiosidad de la naturaleza que nos puede ofrecer en todo su esplendor.

Este magnifico bosque, se encuentra en el conocido Valle del Río Castillería que se abre poco a poco al sur de la Sierra de la Cebollera donde nace encajonado el Río Castillería hasta alcanzar el pueblo de Celada de Roblecedo. Al sureste del pueblo se inicia esta hermosa ruta por una cómoda pista, antigua Calzada Real de Herreruela a los puertos, y que nos llevará hasta las Peñas Piedras Molineras, lugar donde tuvieron fama las gentes de Celada por su trabajo desarrollado en la extracción de roca caliza para transformarla mediante la talla de las mismas en las piedras que serían empleadas para los molinos molineros. Desde allí podemos optar por dirigirnos a nuestra izquierda a Pradocollado o la Braña de los Redondos a los pies de la Peña de los Redondos dónde existe una hermosa praderia con una pequeña cabaña llamada Chozo de Campullao, desde la cual se puede contemplar parte del valle o bien continuamos ascendiendo por un ancho camino-pista durante 1 km más bordeando por la izquierda la cara oeste de la Peña Briame hasta alcanzar el Collado de las Traviesas situado a 1.805 m, entre Peña Tejedo a nuestra izquierda y el Cueto de Comunales o Cueto a nuestra derecha. Desde alli el camino se pierde unos metros por la praderia del collado y se inicia una senda que bordea la cara oeste del Cueto y del Valdecebollas y nos llevaría hasta el Collado de Covarrés dónde se podría optar dirigirnos hacia nuestra derecha dirección noreste bordeando así la cabecera del Valle de Covarrés dónde nace el Río Pisuerga, hasta alcanzar un nuevo collado el Collado del Sel de la Fuente donde se encuentran una pequeñas lagunas del mismo nombre o bien desde el Collado de Covarrés iniciar descenso de la cabecera del valle hasta alcanzar la Fuente del Cobre, lugar donde nace el Río Pisuerga. Nosotros no continuaremos esta vez hacia estos lugares, y decidimos optar por admirar el precioso Valle de los Redondos hacia el oeste. Desde aquí se puede también optar por realizar una suave ascensión hasta la Peña Tejedo, zona donde se encuentra también el Chozo de las Traviesas, así como coronar a continuación la Peña Los Redondos (1.872 m.) desde la cual se puede contemplar una magnifica panorámica del Alto Pisuerga: la comarca de La Pernía, Alto Campoo, Picos de Europa y Peña Labra, así como los picos Tres Mares, Valdecebollas, El Cueto, Peña El Águila, La Verdiana, Peña El Sol y Peña Tremaya entre otros.

Estas vistas también las podemos contemplar aún mejor desde la siguiente cumbre a Los Redondos en dirección oeste, siguiendo la continuidad geológica de la Sierra de la Cebollera: es La Verdiana (1.767 m). Allí se encuentran también restos de un barracón y unos parapetos que fueron ocupados por soldados nacionales en la Guerra Civil. Frente a ellos hacia el este nos encontramos con el Valdecebollas y el Cueto, se encontraban los soldados republicanos.

Desde esta última cumbre se puede optar por hacer un regreso a Celada de Roblecedo en un corto descenso cómodo hasta una colladina próximá a la Peña El Aguila, desde la cual descenderemos con cuidado en corto pero pronunciado descenso en zig-zag hasta entroncar con la Pradera del Villar desde la cual se inicia una pista que nos conducirá siguiendo en descenso primero paralelos al margen izquierdo del Arroyo del Villar, luego atravesando praderías correspondientes a la Campera El Raso, hasta alcanzar finalmente de nuevo el pueblo por su lado noroeste.

Valle de Castillerías, Peña El Águila desde La Verdiana

Valle de Castillerías, Peña El Águila desde La Verdiana

Peña Labra, Tres Mares y Valle de Los Redondos desde La Verdiana

Peña Labra, Tres Mares y Valle de Los Redondos desde La Verdiana

¿Que ver además por la zona?

Cartel Senda del Roblón de Estalaya

Cartel Senda del Roblón de Estalaya

En el entorno al Valle del río Castillería, concretamente entre Vañes, Estalaya y San Felices de Castillería, no podía faltar la indiscutible visita al Bosque de Estalaya en el monte San Cristobal dónde además de disfrutar de un agradable paseo de unas 2 horas de duración, apto para toda la familia, a través de un circuito de menos de 5 km. y que se encuentra debidamente señalizado, nos permitirá adentrarnos entre grandes robles centenarios, y allí podemos descubrir a «El Abuelo» de todos los robles palentinos (hasta ahora conocido), que es varias veces centenario, se trata del Roblón de Estalaya, un viejo roble albar que se encuentra ya hueco por dentro pero que aún se resiste a dejar este mundo mostrándose ante los ojos del ser humano toda su fortaleza como lo que es…un gran roble. Sus medidas no dejan indiferente a nadie, aunque no es ya muy alto, apenas 12 m de altura, su perímetro ronda casi los 10 m. y su edad se estima entorno a los 800 años. Un árbol que con la construcción del ferrócarril llegó incluso a ser marcado para su corta, para de su madera poder hacer las traviesas necesarias sobre las cuales se apoyarían los railes, sin embargo se salvo de este hecho y hoy podemos disfrutarlo y comprender lo necesario que era entonces en la vida de las gentes el bosque y como entonces lo gestionaban, pues era un bien sumamente necesario para todos.

¿Dónde alojarse y/o comer?

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