Valle de las Batuecas

VALLE DE LAS BATUECAS, (SALAMANCA)

Nombre de la ruta: Senda Valle de Las Batuecas

Comunidad Autónoma: Castilla y León
Provincia: Salamanca
Zona: Parque Natural de Las Batuecas y Sierra de Francia
Población: La Alberca
Municipio: La Alberca
Tipo de recorrido: Ida y Vuelta

Recorrido: 9-11 km
Desnivel: 450 m.
Tiempo: 4-5 horas a ritmo tranquilo que nos permitirá contemplar la flora, fauna y paisaje del entorno así comparada para comer.
Dificultad: Baja/Media (Nivel 2)
Señalización: Señalizada
Época recomendada: primavera, verano, otoño, en invierno extremar las precauciones con el hielo en las zonas de umbría.
Sendero homologado: Sí hasta el Canchal del Zarzalón por el PR-SA 10 que viene desde La Alberca por el Puerto del Portillo, de allí hasta el Chorro de las Batuecas no, aunque no tiene pérdida alguna, debemos seguir sendero siguiendo curso río arriba desde el Canchal del Zarzalón unos 2 km más.

Fuente de agua natural: Si

Cartografía: IGN, hoja 1, escala 1:25.000 .

Esta hermosa ruta a caballo entre La Alberca (Salamanca) y Las Mestas (Cáceres) va siguiendo aguas arribas del río Las Batuecas cerca de las ruinas del Monasterio del Santo Desierto de San José.

Se llega a ella desde Salamanca por la carretera SA-210, una vez superado el Puerto del Portillo (1.240 m) y descendiendo hasta la pista de acceso al monasterio donde existe un aparcamiento habilitado para turismos. Desde este mismo aparcamiento parte la senda que comienza pasando al margen izquierdo del río Las Batuecas y se continúa por una pasaralela de madera debidamente acondicionada para gente con algún tipo de discapacidad física, donde a lo largo de su recorrido (1 Km. aprox.) existen zonas de descanso donde podemos encontrar paneles informativos de la flora fauna mediterránea (y microrefugios de flora atlántica), y fauna típicas del lugar (lógicamente también en braille), así como un pequeño merendero acondicionado con mesas y bancos.

Una vez superado el merendero se vuelve a cruzar el río y entroncamos con la pista de acceso al monasterio. Allí podemos encontrar el Monasterio del Santo Desierto de San José de Las Batuecas cuyo perteneciente a la orden de los Carmelitas Descalzos (monjes de clausura) fundado en 1599 y cuyo cenobio se encuentra en ruinas al ser expulsada la orden en 1.836  y posteriormente incendiado, por lo que que actualmente no se puede visitar se encuentran cerradas al público a la espera de someterlas a un proceso de restauración (por el momento y al juzgar del panel informativo de la cuantía económica destinada para tal fin parece estar paralizado por congelación presupuestaria como es de costumbre), así como panel informativo del tramo de la senda que une este Monasterio con La Alberca a través del Puerto del Portillo.

Una vez visto el entorno rodeamos las ruinas por el margen izquierdo de la tapia que las cierra junto al arroyo tributario del río Batuecas. A lo largo de su perímetro encontraremos enormes tejos centenarios seculares plantados en su momento por los monjes, otro centenario ejemplar de eucalipto, castaños de indías, higueras, tilos, etc.

Llegamos al final del Monasterio donde encontraremos unas casas relativamente más nuevas como consecuencia de la recuperación y ampliación de las viviendas de los monjes con motivo del regreso de la orden en 1950, y que también sirve actualmente como lugar de hospedería.

Una vez abandonado el lugar el camino-pista se convierte en una senda cómoda que sigue el río Batuecas adentrandanos por un verdadero desfiladero rodeados de exuberante vegetación mediterránea: alcornoques, encinas, madroños, rebollos o melojos, cornicabras, lentiscos, enebros de miera, pero también elementos de flora atlántica o subatlántica como son la presencia de distintos brezos, helechos como ellonchite, helecho real o helecho hembra junto al curso del río. También  repoblaciones de pino laricio o negral y pino albar en las zonas medias y altas.

Llegaremos a un punto donde se a acondicionado una carbonera para representar el modo de vivir de las gentes de esta tierra que recogían la leña de encina de gran pode calorífico y utilizaban para hacer carbón  y así poder calentar los hogares durante los fríos inviernos.

Seguidamente encontraremos un desvío debidamente señalizado a nuestra derecha que nos llevará en una corta pero dura ascensión hasta el Canchal de Pinturas Rupestres de las Cabras Pintadas (pronunciado «pintás»). Allí se encuentra este importante conjunto píctorico rupestre al abrigo de una peñasco de arenisca dondé podemos contemplar (con ayuda de los paneles informativos que la Junta de Castilla y León a dispuesto en el lugar), diversos símbolos iconográficos: simbolos u esquemas o figuras representativas humanas y animales como cabras, ciervos y peces. Aprovecharemos este lugar para ver el como el río Batuecas a horadado el valle a lo largo de los siglos.

Una vez descansado en el lugar retornaremos descenso hacia al desvío que nos llevó hasta este canchal y desde aquí seguiremos la senda paralelos aguas arriba del río hasta encontrarnos con el segundo desvío a nuestra derecha debidamente señalizado que nos llevará también en un corto pero duro repecho hasta el Canchal del Zarzalón. Como el anterior,  también se trata de un resalte rocoso de base arenisca donde han quedado grabadas pinturas rupestres.

Desde aquí la senda continua pero ya no está marcada oficialmente sino con «hitos» que debemos seguir para no despistarnos. Este tramo se puede apreciar como el río queda cada vez queda más encajado en el valle, al acortarse la distancia entre las laderas del cortado y en sus laderas se puede apreciar los restos de una «playa fósil», la impronta de las ondulaciones echas por el mar sobre un lecho marino que quedaron registradas la roca cuando emergió por las fuerzas orogénicas acontecidas hace cientos de miles de años. Enfrente de nosotros contemplar los canchales de La Umbría del Cristo de muy dificil acceso, que supone descender desde el Zarzalón hasta el río y cruzar este al otro lado. Existen hitos pero no recomendamos hacer esta alternativa salvo que se tenga mucha experiencia.

Continuará…