Tras una primavera generosa en lo que a pluviometría se refiere, lo cual favoreció al campo en particular y al monte en general el desarrollo de una rica y variada vegetación, era previsible, aunque solo para los que viven en contacto con la realidad, es decir, en el campo y no en los despachos, saber con certeza que iba a existir un riesgo importante de incendios de cara al verano sino se tomaban un año más las medidas adecuadas de prevención para minimizar el impacto de los mismos. Sin embargo la lucidez de los responsables políticos de esta región, una vez más a brillado por su ausencia, ya no solo como hemos podido constatar en los gravísimos incendios acaecidos en años recientes tanto en Zamora como en Ávila, sino ya este triste final del verano de 2025, con más de 400.000 ha calcinadas en Castilla y León, debido fundamentalmente a la falta de medios humanos y materiales, en definitiva a la falta de inversión en medidas de prevención, porque según el criterio del Consejero de Medio Ambiente el Sr. Suárez-Quiñones, el cual opinaba que debido a una primavera tan húmeda no esperaba riesgo importantes de incendios para el presente ejercicio, y que dotar de medios humanos y materiales a la prevención de incendios durante todo el años era un despilfarro e innecesario. Las consecuencias de su inacción, las hemos vuelto a conocer este verano.
El pasado domingo 20 de julio, se declaró un incendio en unas parcelas de cultivo de cereal en el término municipal de Paredes del Monte y que rápidamente se extendió hacia el oeste afectando a la masa forestal próxima de lo que fue hasta hace escasos 150 años los antiguos dominios del Monte «El Viejo», hoy de titularidad privada y que se conoce como Monte Nuevo.

Vista aérea del incendio iniciado en las tierras de cultivo en el término municipal de Paredes del Monte desde uno de los helicópteros de la lucha contra el fuego, en la que se puede observar la evolución desfavorable del mismo, extendiéndose hacia la masa forestal en el nacedero del arroyo de Valdesanjuan situado entre el Monte Nuevo y el Monte «El Viejo». Fuente: Palencia en la Red / JCYL
Pese a existir una vehículo autobomba, denominada Charlie 6.4, recientemente adquirido por la Junta de Castilla y León y que sustituía al anterior ya con muchos años, como el propio operativo denunció públicamente, en el momento que tuvo lugar el incendio, no existía personal suficiente contratado para manejar el vehículo y trasladarlo hacia Paredes del Monte en el lugar donde se había iniciado el incendio.
https://www.palenciaenlared.es/tres-nuevas-autobombas-forestales-para-la-provincia-de-palencia
https://www.palenciaenlared.es/una-choza-prefabricada-para-el-charlie-del-monte-de-palencia
En su lugar, se tuvo que desplazar la autobomba más cercana, denominada Charlie 8.4 que ya se encontraba en Torquemada atendiendo otro incendio que allí se había declarado, por lo que la dotación también se retraso en su llegada, un tiempo que en estas emergencias es fundamental para la extinción rápida del incendio.
A este operativo se fue uniendo a duras penas bomberos de la ciudad de Palencia, también en precarias condiciones. Finalmente, ante la gravedad de la situación, se consiguió reunir en la zona más medios humanos y materiales que incluyeron más de 45 equipos y un centenar de personas y con la participación de medios aéreos de provincias como Burgos, Segovia, Valladolid y Zamora, junto con dos hidroaviones del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO).
El resultado es el que se acompaña en las imágenes siguientes, más de 400 ha calcinadas de las cuales 100 ha corresponden a la masa forestal, fundamentalmente del Monte Nuevo, aunque también también se vieron afectados árboles de titularidad pública pertenecientes al Monte «El Viejo» cerca del nacedero del Arroyo ValdeSanjuan.
Afortunadamente, y a pesar de la acción tardía de los operativos contraincendios, y también del mejor grado de conservación de la masa forestal existente en Monte Nuevo, con mayor resiliencia ante el fuego, todo ello hizo que se pudiera contener el incendio, ralentizando el avance del fuego hacia el corazón del Monte «El Viejo», lo cual hubiera sido un auténtico desastre ecológico sin precedentes, para finalmente lograr extinguirlo después.
¿Aprenderán de una vez los políticos de esta región en priorizar las medidas de prevención o seguiremos «regalando» ayudas y subvenciones cuando el mal ya está hecho?





















Fotos realizadas el pasado 15 de Septiembre de 2025, casi dos meses después del incendio.
